Alex Milian
Los hombres se apasionan por muchas cosas. ¿Qué te apasiona a ti? ¿En qué piensas todo el día? ¿En qué te gustaría invertir tu dinero y tu vida? Dios quiere que seamos hombres apasionados, no seres pasivos y carentes de fuego interior.
Hay quienes se obsesionan con los autos. Son capaces de platicar horas interminables acerca de aquel auto de su juventud con todos sus detalles. Otros se apasionan por los deportes. Compran las camisetas, se pintan la cara con los colores de su equipo y no se pierden un sólo partido. El equipo de fútbol de Guatemala probablemente es uno de los peores y sin embargo, los aficionados llegan al estadio con horas de anticipación en espera de una victoria que casi nunca llega. El hombre tímido sufre una extraña mutación transformándose en un guerrero que va en contra del rival y del árbitro.
¿Qué te apasiona a ti? ¿En qué piensas todo el día? ¿En qué te gustaría invertir tu dinero y tu vida?
A Jesucristo le consumía una pasión: el celo por la casa de su Padre. Tanto así, que arrojó violentamente a los vendedores del templo. Fue ese mismo celo el que lo llevó al templo desde niño y lo impulsó a hacer la voluntad de su Padre hasta la muerte.
Dios quiere que seamos hombres apasionados, no seres pasivos y carentes de fuego interior. Jesús dijo "... amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas."
Era evidente que David tenía ese tipo de entrega cuando se soltó danzando delante del arca sin importarle quién lo viera. Inclusive, instituyó equipos de alabanza que tocaran y adoraran al Señor las 24 horas del día, además de donar cantidades enormes de materiales finos para la construcción del templo. David era un hombre apasionado por el reino de Dios.
Yo también quiero ser un hombre apasionado por Dios, consumido por su reino. ¿Y tú? ¿En qué quieres que se consuma tu vida?
Cómo encender la pasión espiritual
Tenemos que reconocer que en nuestras propias fuerzas no podemos encender una pasión espiritual. Siempre que tratamos de hacerlo, solamente terminamos imponiendo una serie de requisitos humanos que lejos de acercarnos a Dios, terminan por alejarnos más, haciéndonos personas religiosas en lugar de espirituales.
Mi amor y mi pasión por Dios solamente pueden crecer al comprender el inmenso amor que tiene para mí, Juan dijo: "Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero." Independientemente del tipo de padre que hayas tenido, Dios es un padre amoroso y perdonador. Cuando el hijo pródigo iba en el camino de regreso a su casa con hambre el padre lo vio desde lejos y se conmovió.
Cuando con toda honestidad (no simplemente por necesidad), nos volvemos a Dios, él se conmueve, pero eso no es todo, salió corriendo a recibirlo con besos y abrazos. ¡Ese es nuestro Padre!, Y aquí podemos entender ese amor protector que a pesar de ser lo que somos y muchas veces perdemos todo una y otra vez El siempre esta presto a darnos su cuidado y atención.
Muchas veces pensamos que Dios se enfada con nosotros por nuestros errores, cuando en realidad se conmueve y quiere prodigarnos todo su amor, por eso es cuando entonces nace de nuestro corazón una autentica pasión que crece y crece al ver su compasión y amor por nosotros.
En la carta que Pablo le envió a la iglesia de Efeso, oró que estuvieran firmes y con raíces profundas en el amor, para que pudieran comprender con todos los creyentes cuál es la anchura, la longitud, la profundidad, y la altura del amor de Cristo. "Pido, pues, que conozcan ese amor, que es mucho más grande que todo cuanto podemos conocer, para que así estén completamente llenos de Dios." Pablo había sido cautivado por el amor de Dios.
Para darnos a entender ese amor, Dios lo asemeja con el de una pareja: "...como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo." Para él, tú y yo somos hermosos, Jesús, el novio se refirió a nosotros (su novia), de la siguiente manera: "He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí eres bella; tus ojos son como palomas." No sólo le somos agradables, sino anhelados: "...Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto." Dios está tan enamorado, que nuestra voz le suena dulce y hermoso nuestro aspecto. ¡Cómo no enamorarnos del Dios, creador del universo que nos ama tanto!
No hay mayor amor! El padre entregó a su único hijo para morir por pecadores, blasfemos, violadores, ladrones, homicidas, homosexuales, por ti y por mí.
Al poder comprender la anchura, la longitud, la altura y la profanidad del amor de Dios para con nosotros, no podemos sino caer cautivos por una pasión por nuestro Señor Jesucristo.
Unámonos como Pablo en su oración para que podamos comprender la totalidad del amor de Dios para con nosotros y seamos consumidos por un celo santo por el reino de Dios.
Quiera mi Dios que cada dia arda en nosotros como lideres esa pasion por clamar su nombre y interseder por cada nesecidad espesifica de nuestras vidas y de cada ser que entra a este foro.
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