Por qué debemos adorar a Dios?
Dios es digno de adoración.
Dios demanda nuestra adoración.
Adoramos a Dios para su propio placer.
El verdadero adorador
Adora a Dios de continuo, en privado y en público (Salmos 34.1)
Tiene comunión íntima con Dios Padre (Mateo 6.10)
Los diferentes niveles para ascender son:
1. La relación íntima con el Padre
2. De la oración a la intercesión
3. De la intercesión a la guerra
4. El cuarto nivel de oración para ascender es La batalla legal
Hay dos batallas: la legal y la militar
Lucas 18
La batalla legal se da cuando un ser humano, nacido de Dios –que está sentado con Cristo en lugares celestiales, y sabe que ha recibido autoridad en su nombre y poder para gobernar con Él–, ejerce su derecho legal para someter su caso ante el Juez, arrebatar sus bienes de manos del diablo y tomar posesión de todo lo que le ha robado.
Un creyente puede presentarse delante del trono de Dios a exponer un caso legal en contra de un principado, una potestad, o en contra de Satanás mismo, para quitarle el botín. Puede exponer su caso y pedirle al Padre que haga justicia y le dé o le devuelva lo que le pertenece. Es decir, usted puede orar, por su cuenta, para que una ciudad sea transformada. Sus oraciones (solito en su casa) pueden hacer que el Padre emita sentencia a su favor, desate su poder y envíe ángeles a cambiar su ciudad.
¿Cuántas personas son necesarias para ganar la batalla legal?
Para ganar una batalla legal no se necesitan miles de personas. Mateo 16.9 habla de que todo lo que atemos en la Tierra, será atado en los Cielos; nos dio autoridad para atar y desatar. Y en Mateo 18.18, dijo que si dos o tres se ponen de acuerdo, todo lo que ataren en la Tierra, sería atado en los Cielos.
5. El quinto nivel es la batalla militar
Lucas 11.21
¿Quién es el hombre fuerte?
El hombre fuerte es Satanás mismo, un principado local o una montaña demoníaca que se levanta contra quien quiera establecer el reino de Dios en un territorio. Cuando uno comienza a darle problemas al diablo, él levanta una montaña delante, y si uno no la remueve, no podrá ir más allá en su ministerio. Sin embargo, si la remueve, toda la región se abrirá para él.
¿Quién es “el otro” más fuerte?
El más fuerte fue Jesús, en los días de su carne, pero hoy es el Espíritu Santo usando la humanidad de la Iglesia. Otra interpretación es que el más fuerte es el reino de Dios que llega y desplaza al de las tinieblas.
¿Cómo se vence al hombre fuerte asentado en una persona, región o ciudad?
Lucas 11.22
En el libro de Mateo, Jesús habla de atar lo que en Lucas habla de vencer o atacar. Atar significa prohibir, cerrar, declarar ilegal o impropio. Podemos declarar ilegal la operación de un demonio en nuestra vida u hogar, en nuestros hijos o negocio. Atarlo significa prohibirle, cerrarle la puerta, declarar ilegal su obra, declarar impropia su operación.
Mateo 18.18
¿Cuáles son las armas en las cuales el enemigo confía?
1. El pecado o cualquier forma de desobediencia (Juan 14.30)
2. El miedo o el temor (Lucas 1.73, 74)
3. La acusación, difamación y conspiración
4. La división en medio del pueblo de Dios (Lucas 11.17)
5. La incredulidad (Marcos 6.5, 6)
6. La apatía o la pasividad
7. El engaño y la mentira (Juan 8.44)
Dios es digno de adoración.
Dios demanda nuestra adoración.
Adoramos a Dios para su propio placer.
El verdadero adorador
Adora a Dios de continuo, en privado y en público (Salmos 34.1)
Tiene comunión íntima con Dios Padre (Mateo 6.10)
Los diferentes niveles para ascender son:
1. La relación íntima con el Padre
2. De la oración a la intercesión
3. De la intercesión a la guerra
4. El cuarto nivel de oración para ascender es La batalla legal
Hay dos batallas: la legal y la militar
Lucas 18
La batalla legal se da cuando un ser humano, nacido de Dios –que está sentado con Cristo en lugares celestiales, y sabe que ha recibido autoridad en su nombre y poder para gobernar con Él–, ejerce su derecho legal para someter su caso ante el Juez, arrebatar sus bienes de manos del diablo y tomar posesión de todo lo que le ha robado.
Un creyente puede presentarse delante del trono de Dios a exponer un caso legal en contra de un principado, una potestad, o en contra de Satanás mismo, para quitarle el botín. Puede exponer su caso y pedirle al Padre que haga justicia y le dé o le devuelva lo que le pertenece. Es decir, usted puede orar, por su cuenta, para que una ciudad sea transformada. Sus oraciones (solito en su casa) pueden hacer que el Padre emita sentencia a su favor, desate su poder y envíe ángeles a cambiar su ciudad.
¿Cuántas personas son necesarias para ganar la batalla legal?
Para ganar una batalla legal no se necesitan miles de personas. Mateo 16.9 habla de que todo lo que atemos en la Tierra, será atado en los Cielos; nos dio autoridad para atar y desatar. Y en Mateo 18.18, dijo que si dos o tres se ponen de acuerdo, todo lo que ataren en la Tierra, sería atado en los Cielos.
5. El quinto nivel es la batalla militar
Lucas 11.21
¿Quién es el hombre fuerte?
El hombre fuerte es Satanás mismo, un principado local o una montaña demoníaca que se levanta contra quien quiera establecer el reino de Dios en un territorio. Cuando uno comienza a darle problemas al diablo, él levanta una montaña delante, y si uno no la remueve, no podrá ir más allá en su ministerio. Sin embargo, si la remueve, toda la región se abrirá para él.
¿Quién es “el otro” más fuerte?
El más fuerte fue Jesús, en los días de su carne, pero hoy es el Espíritu Santo usando la humanidad de la Iglesia. Otra interpretación es que el más fuerte es el reino de Dios que llega y desplaza al de las tinieblas.
¿Cómo se vence al hombre fuerte asentado en una persona, región o ciudad?
Lucas 11.22
En el libro de Mateo, Jesús habla de atar lo que en Lucas habla de vencer o atacar. Atar significa prohibir, cerrar, declarar ilegal o impropio. Podemos declarar ilegal la operación de un demonio en nuestra vida u hogar, en nuestros hijos o negocio. Atarlo significa prohibirle, cerrarle la puerta, declarar ilegal su obra, declarar impropia su operación.
Mateo 18.18
¿Cuáles son las armas en las cuales el enemigo confía?
1. El pecado o cualquier forma de desobediencia (Juan 14.30)
2. El miedo o el temor (Lucas 1.73, 74)
3. La acusación, difamación y conspiración
4. La división en medio del pueblo de Dios (Lucas 11.17)
5. La incredulidad (Marcos 6.5, 6)
6. La apatía o la pasividad
7. El engaño y la mentira (Juan 8.44)
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